CIUDAD DE MÉXICO (ESHJC-EPAJC).-
Durante el siglo XX el Partido Revolucionario Institucional (PRI) fue muy
exitoso en la política de México, con solo un intermedio de 12 años en más de
80 años de estar al frente, pero la escandalosa derrota del pasado 1 de julio
lo deja como la quinta fuerza del país. El PRI cayó en la elección presidencial desplazado al
tercer lugar con un porcentaje muy bajo de la votación, José Antonio Meade solo pudo
alcanzar el 16 por ciento de los votos, de acuerdo con el Programa de
Resultados Electorales Preliminares (PREP).
Y es que el presidente electo Andrés Manuel López
Obrador, le triplicó el número de votos que tuvo el candidato del PRI, que muy
poca ayuda tuvo de sus aliados Partido Verde y Nueva Alianza. Morena barrió todo el territorio del país, humillando
al priismo en los considerados bastiones, incluido el legendario Atlacomulco, la ciudad natal del
presidente Enrique Peña Nieto.
Ante una evidente y escandalosa derrota el diputado
federal Enrique Jackson señaló, "Nunca
pensé que pudiéramos quedar tan abajo, con resultados tan raquíticos",
calificando el resultado del 1 de julio de "muy desconcertante".
El partido en el gobierno hegemónico durante más de
80 años, gobernó México casi de forma permanente desde 1929 hasta el 2000, después
de un receso de 12 años, nuevamente a partir de 2012, aunque perdió también
nueve elecciones para gobernador, incluido Yucatán, un estado que defendía su gubernatura. Que hasta 1989, el
PRI nunca había perdido el cargo de gobernador en esa entidad.
La inseguridad, la pobreza, la injusticia,
desempleo, gasolinazos, gasto excesivos, escándalos de corrupción,
devaluaciones, corporativismo, clientelismo político, son parte de la debacle
priista, sin embargo muchos de sus militantes que durante mucho saltaban de
cargo en cargo se quedaran expuestos a ser cuestionados, y evidenciarlos como
parte de la fuerte corrupción en las filas del PRI.
Ahora después del proceso
electoral del 1 de julio, el PRI solo tendrá 42 diputados federales, de los 204
que tiene en la actual legislatura, que lo pone en nivel muy bajo que no tendrá
la oportunidad de imponer su mayoría en las cámaras como hace en esta
legislatura que está por terminar donde la mayor parte imponían su mayoría en
las iniciativas, y lo peor es que sus aliados estarán en las mismas
circunstancias, incluso perdiendo su registro.
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