La intromisión del ex Ayuntamiento y de la Fiscalía Especializada en Delitos de Fraccionadores, por lógica interviene para hacer la acusación a todas luces dolosa, por tratarse de gente que vive en precarias condiciones debido a la falta de atención de parte de los tres niveles de gobierno, de un presidente que no puede hacer todo, de un gobernador enfrascado en su campaña anticipada por la presidencia de la república, y de autoridades ‘‘impartidoras de justicia’’, que arremeten contra la gente humilde pero que dejan en libertad a quien tiene el suficiente dinero para eludir la justicia, aunque esto se trate de fraccionadores que con ese encubrimiento siguen vendiendo terrenos impunemente, defraudando a la gente con todo cinismo.
En esa lastimosa situación que padece Adelaida González Hernández y sus vecinos, no se puede comparar con el disfrute que tienen los fraccionadores con poder y dinero como es el caso del ex secretario del Ayuntamiento Miguel Maceda Rodríguez, del ex regidor perredista Francisco Juárez García, y su secretaria María de Lourdes Aguilar Morales.
Pero a los anteriores se pueden agregar a fraccionadores plenamente identificados, Domitilo Guzmán Villegas, el propio ex alcalde Ramón Montalvo Hernández, entre otros ex funcionarios que junto con sus paleros, se han burlado de la gente una y otra vez, y pese a las múltiples denuncias en su contra, caminan impune y burlonamente con la protección de la propia Fiscalía, que ahora en el caso de ‘‘El Agostadero’’, si actúo muy diligente, porque se trata de encerrar a la gente humilde que no tiene como defenderse de las atrocidades de funcionarios metidos hasta el cuello en actos de corrupción, ¿ese el México del cual presume el gobierno federal?.
